El conocimiento adquirido no es producto de un proceso desarrollado en el vacío, sino en la interacción de experiencias, tanto individuales como sociales que dan sentido de vida al ser humano. Por ello, “educar” en su significado más amplio no puede ser sinónimo de enseñar, instruir o entrenar, como tampoco es necesariamente un proceso relativo a la “escuela” 
o “universidad” como instituciones sociales. Educar es formar e instruir, en donde la instrucción permanece en un nivel intelectual y la formación se inserta en la personalidad, manifestándose en la conducta del sujeto. Es decir, la formación comparte con la instrucción el ofrecimiento de un contenido, pero excede a la simple adquisición de conocimientos en el sentido que convierte la materia transmitida en un elemento libremente disponible y fecundo espiritualmente. Por ello, la formación e instrucción son elementos indivisibles e interactuantes en el proceso de “educar”. No existe el proceso educativo si no interactúan las variables cognoscitivas y afectivas.
Todas las variables o dominios afectivos deben estimularse desde la edad preescolar más temprana. De lo contrario, es una tarea muy difícil, casi imposible, para la escuela secundaria y la universidad. Sin embargo, a cualquier edad, el mundo de los sentimientos está siempre abierto a la exploración y al crecimiento individual. Si esto no se ha logrado en los niveles anteriores del sistema educativo o no se ha intentado, nunca es tarde para enseñar y aprender, y en ningún caso debe ser una excusa para que la institución universitaria no cumpla con sus obligaciones. Estos son algunos de los dominios cognoscitivos y afectivos y ciertas competencias sociales que los sistemas educativos deben cumplir.
VARIBLES COGNOSCITIVAS
- Metacognición como conocimiento que se tiene sobre las propias formas de pensar, sus estructuras y la capacidad para controlar y modificar procesos cognitivos en el aprendizaje
- Conocimientos generales y específicos de forma sistematizada
- Comprensión de los lenguajes de la ciencia y las humanidades
- Retención del conocimiento
- Transferencia de conocimientos: transdisciplinariedad e interdisciplinariedad
- Transferencia de habilidades-destrezas: aplicaciones prácticas de los saberes
- Capacidad de generalización y discriminación de contenidos
- Capacidad de intercambio simbólico y abstracto
- Capacidad de evaluar resultados
- Capacidad de formación de conceptos y categorías
- Desarrollo de la imaginación para la simulación de objetos y procesos
- Capacidad de plantearse problemas y tomar decisiones para resolverlos
- Capacidad de búsqueda y procesamiento de la información
- Capacidad de evaluación de la información para reducir la incertidumbre
- Conocimiento del valor del error para saber rectificar
- Capacidad para pensar sobre el conjunto y para actuar sobre sus partes
VARIABLES AFECTIVAS
- Desarrollo del pensamiento y comportamiento ético
- Ejercicio pleno y responsable de los derechos humanos
- Comportamientos democráticos y solidarios
- Ejercicio simultáneo de derechos y deberes para la práctica de la libertad
- Comprensión multicultural, intercultural e internacional
- Desarrollo de la sensibilidad estética
- Espíritu crítico y dialogante con pleno respeto a la ideas del otro
- Conductas de flexibilidad y tolerancia
- Desarrollo de la autocrítica
- Saber escuchar
- Fomento de actitudes para compartir
- Capacidad para competir con uno mismo y no contra el otro
- Ejercicio permanente para la liberación de prejuicios mentales y sociales
- Motivación para aprender y creación de hábitos para el aprendizaje
- Desarrollo de actitudes para la creación y la innovación
- Capacidad para asumir riesgos y responsabilidades para aprender
- Fomento de la indagación para mantener viva y ardiente la curiosidad
- Moderación de lo superfluo
- Aprender a emprender: sentido de empresa e iniciativa
- Aprender a cuidar: sentido de convivencia con la naturaleza y el ser humano
- Aprender a seguir aprendiendo: sentido de convivencia con el conocimiento
Educar es aprender y enseñar; la formación cognitiva se genera en un nivel intelectual y la educación afectiva se mezcla con el desarrollo de la personalidad, manifestándose en el comportamiento general de los estudiantes. La educación como concepto general debe incluir no solo la enseñanza sino el aprendizaje social y cultural, como un acto
independiente de un individuo y de una interacción con sus pares. Necesitamos dejar espacio suficiente para un aprendizaje afectivo, emocional y social. Enseñar competencias cognitivas a expensas de limitar la enseñanza de competencias afectivas es incorrecto y reduce la educación a una adquisición muy superficial de conocimientos y valores.
La educación como señalaba al comienzo, requiere de la combinación al mismo tiempo, de las variables cognoscitivas y afectivas o emocionales. Los procesos de enseñanza-aprendizaje tiene que dirigirse a ayudar a pensar a la persona; a enseñar a aprender; a inculcar amor profundo por la idea de conocer; más que a dar información, a saber, dónde buscarla y cómo seleccionarla e interpretarla; a generar nuevos conocimientos; a promover la educación afectiva y psicomotora; a crear conciencia de comunidad, de participación, de respeto, de tolerancia, de flexibilidad, pero muy especialmente aprender a amar el conocimiento y aprender a seguir aprendiendo.
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©2021-2022 Miguel Angel Escotet. All rights reserved. Permission to reprint with appropriate citing. Esta lista de variables de aprendizaje cognoscitivo y afectivo se basa en mi investigación sobre el aprendizaje cultural presentada en mi libro, The Psychosocial and Cultural Nature of Education (2004). Boston: Pearson. Se cede el permiso para reproducir con la cita apropiada siguiente: Escotet, Miguel Angel (2022). Variables que condicionan la calidad de la formación en el sujeto que aprende. Blog Académico. Recuperado el 9 de junio de 2022 de: https://miguelescotet.com/2022/variables-que-condicionan-la-calidad-de-la-formacion-en-el-sujeto-que-aprende/