- August 29, 2011
- Educación Superior, Metodología, Teoría Educativa
Educar es formar e instruir, la instrucción permanece en un nivel intelectual y la formación se inserta en la personalidad, manifestándose en la conducta del sujeto. Dentro de esta línea de pensamiento, cuando nos referimos a la Educación a Distancia, estamos únicamente diferenciando la estrategia que nos separa de la Educación Presencial. Pero indiscutiblemente, en ambas formas metodológicas, el denominador común es educación y en ningún caso instrucción o entrenamiento. Con ello en ningún momento ignoramos otras modalidades más restringidas como instrucción a distancia, instrucción online, virtual o en linea, auto-didactismo o entrenamiento a distancia, por señalar algunas de ellas. Sin embargo, y a pesar de que en el acto de instruir existen necesariamente actividades formativas, deliberadas o no, los fines son diferentes y los logros nunca se equiparan.
Por otra parte, lo que diferencia o al menos debería diferenciar una universidad de un centro de entrenamiento es que la universidad se orienta al desarrollo integral del ser humano en consonancia con su medio, no sólo mediante la enseñanza de destrezas y capacidades, característica de los centros de entrenamiento, sino en el aprendizaje social y cultural y en el crecimiento como persona participante, así como en el desarrollo de conductas éticas.
La aparición de nuevos procesos psicológicos y las tecnologías de información y comunicación han dado vida y relieve a la sofisticación de formas metodológicas de la enseñanza, como fue en los cincuenta el caso de la enseñanza por correspondencia, en los setenta la televisión educativa y más ampliamente a través del concepto de Educación a Distancia o Abierta (Escotet 1980) y más recientemente con los términos de Educación Virtual, Online o En Línea. Pero la mayor incoherencia de la educación a distancia se produjo desde un primer momento, al etiquetarla como educación abierta y es que tanto las universidades a distancia u online como las de carácter presencial o contiguo (mal denominadas tradicionales) son abiertas, o al menos deberían serlo. La educación abierta constituye la génesis y razón de ser de la educación, ya que es inadecuado oponer el término «abierto» a «cerrado», pues sería imposible entender un tipo de educación cerrada que obviamente contrastaría con cualquier definición de educación. La educación abierta podría estar caracterizada por el sentido de remoción de restricciones, de exclusiones y de privilegios; por la acreditación de la experiencia anterior del estudiante; por la flexibilidad en el manejo de la variable tiempo; y también por los cambios sustanciales en las relaciones tradicionales entre estudiantes y profesores. La educación a distancia, sin embargo, se define como un tipo de educación que se entrega a través de un conjunto de medios didácticos que permiten prescindir de la asistencia a clases regulares presenciales y en la que el individuo se responsabiliza de su propio aprendizaje. (Escotet, 1996).
Esta distinción quizá podría ser aceptada desde una base convencional, pero nada imposibilita que los requisitos que se establecen para la educación abierta no puedan aplicarse a la educación a distancia. De hecho en ambos casos nos referimos al sistema didáctico en el que las conductas docentes tienen lugar aparte de las conductas discentes, de modo que la comunicación profesor-estudiante puede quedar diferida en el tiempo, en el espacio o en ambos a la vez. Si se pone todo el énfasis en el concepto “educación” y no en el de presencial o contiguo, a distancia u online conseguiremos acercarnos a los fines legítimos de la educación abierta, independientemente de los sistemas o estrategias para compartir el aprendizaje.
©2011 M. A. Escotet. Todos los derechos reservados. Se puede reproducir citando la fuente y el autor.
1 thought on “Educación a distancia y educación abierta”
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Comparto plenamente su posición. La Educación abierta requiere de voluntad política de los gobiernos. Cuando se obliga al candidato a presentar un certificado de culminación de educación secundaria para ingresar a la universidad, ya se pierde el concepto de Educación abierta; si se trata de programas no contiguos o presenciales, sólo será Educación a distancia.